Tampoco estoy de acuerdo con ésto. No en el enunciado como tal, sino en la manera de realizar la comparación. Quiero decir que, si vamos a establecer comparaciones/valoraciones de prolificidad, éstas deberían hacerse sobre sujetos equivalentes. Así, a los Dylan, Picasso, Allen, etc. habría que compararlos con sus homólogos (individuos/creadores) en la disciplina de las series. Si se habla de las series en general, habría que referirse, también en general, al mundo de la música, la pintura, el cine… En ese rango de muestra, gracias a Dios, las artes en cualquiera de sus variantes sí son prolíficas en una manera muy positiva y creativa (siendo Dylan, Picasso, Allen y compañía buena muestra de ello).
Los necios siguen la moda. Los pretenciosos la exageran. Quienes tienen buen gusto pactan con ella.
Normalmente lo prolífico va en contra de la calidad. Excepciones hay. Así, por ejemplo, en literatura autores como Philip Roth, Ian McEwan, George Simenon, Patricia Highsmith o Elmore Leonard han sido autores muy prolíficos manteniendo siempre una calidad muy alta en cada una de sus obras. En el cine a Wilder, Capra, Hitchcock, Spielberg y Woody Allen. En terreno musical a Dylan, los Stones, Ryan Adams, Tom Waits o los Beatles, prolíficos todos ellos en sus años mozos sin que por ello se resintiera en exceso la calidad de sus trabajos. En todo caso, son creadores tocados por el talento y por tanto, en mi opinión, la excepción. El resto de los mortales, cada uno en su disciplina, requiere de dedicación y tiempo para firmar trabajos reseñables.
Los necios siguen la moda. Los pretenciosos la exageran. Quienes tienen buen gusto pactan con ella.