Los necios siguen la moda. Los pretenciosos la exageran. Quienes tienen buen gusto pactan con ella.
Los necios siguen la moda. Los pretenciosos la exageran. Quienes tienen buen gusto pactan con ella.
Los necios siguen la moda. Los pretenciosos la exageran. Quienes tienen buen gusto pactan con ella.
Los necios siguen la moda. Los pretenciosos la exageran. Quienes tienen buen gusto pactan con ella.
Para los que hagáis algún deporte de resistencia este video os puede resultar interesante:
https://youtu.be/0nU-PVDFl2o?si=blY1tOFC5rD7zNBj
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Pésima experiencia
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Esto me recuerda a un amigo mexicano de mi padre que, hace un montón de años, pidió un gin tonic después de comer en un restaurante caserío en las afueras de Bilbao.
Naturalmente le pusieron la copa, el hielo, la ginebra y la tónica. El mexicano se queda mirando la copa y le dice al camarero:
-Oiga, ¿unos granos de pimiento me puede regalar para poner en el gin tonic?.
-Sí claro. Por supuesto, ahora mismo se los traigo.
-¿Y un poco de lima tendría, mejor que limón?
-Aquí ponemos limón, pero limas, hay.
-Muy bien, muy bien. ¿Y algunos trozos de frutilla o unos arándanos?
-Eso ya no sé, pero miro, a ver.
-Y ya por último, ¿unos pétalos de rosa...?
Patri, el camarero y dueño del restaurante se le queda mirando unos segundos con los ojos entrecerrados, mira luego a mi padre para ver si se trata todo de una broma o algo, vuelve a mirar al mexicano y le suelta, con un acento de caserío que no suele tener y con toda la sorna bilbaina con diptongo que se puede tener:
-Pues mire, pétalos de rosha, lo que es rosha, tener, pues no tengo, pero ahí fuera, en la entrada, tengo plantaos unos geranios que, si quiere...
Historia verídica.