Únicamente puedo darte mi opinión en base a mi experiencia profesional, en la que "lidio" o "juego" con todo tipo de personas, de diferentes estratos sociales, culturales, económicos, etc...

Es imposible que tu imagen agrade a todo el mundo siempre, las percepciones individuales son eso individuales y estarán condicionadas por las ideas preconcebidas que la persona en cuestión pueda tener.

Si tus visitas o contactos son muy cortos, tendrás menos tiempo a que la persona en cuestión pueda matizar o cambiar esos posibles prejuicios.

Por ello, ante la duda si te importa mucho o crees que te está afectando a tu "rendimiento" apostaría por vestimentas muy neutras, muy formales, correctas... aburridas si así lo quieres llamar, de estas combinaciones que enseguida puedas olvidar.

Recuerda que siempre es mejor pecar por ir bien que por ir mal, pero que dentro de lo primero menos es más.

En mi caso, muchos días tengo mucho trabajo pero no cara al público y esos días son los que mayoritariamente "arriesgo" más en mi vestimenta, con chaquetas, corbatas, pantalones...que otros días no me pondría. Procuro también adaptarme al entorno dónde me voy a mover, aunque al mismo tiempo creo que hay que saber estar, es decir ir siempre correcto.

Ayer mismo, por ejemplo, estaba ya dentro del ascensor en el edificio dónde tengo el despacho y vi que entraba un chico, por lo que mantuve el ascensor retenido hasta que lo alcanzó.

Una vez dentro y tras saber a qué piso iba -otro diferente al mío-, nada más empezar a subir, se me queda mirando y me suelta -en gallego- que si no haría mucho calor para ir en traje. Simplemente lo miré y le dije que no, que se llevaba perfectamente. Esto me lo dijo un chico que llevaba pantalón corto -negro-, camiseta de manga corta -negra- y todo ello combinado con botas de explorador, en un día de treinta y tantos grados, y que olía a sudor.

Simplemente lo comento porque la adaptación al entorno tiene que tener límites.