El problema de España es que es una amalgama de políticas para con un falso buenismo quedar bien con todos. Liberalismo para abaratar despido y luego subvenciones para sostener las consecuencias de la política anterior. Al final todos contentos pero engañados, porque al liberal le obligan a pagar impuestos para subvencionar al que tiró a la calle con el abaratamiento del despido (al final el ahorro no existe y es una trampa fiscal). Y el que tiraron a la calle a mal vivir de la subvención. Eso sí, cada vez se necesitan más bares regentados por liberales en el que los parados se gasten la subvención en cervecitas y así mover la economía. Es extraño pero funciona.

no pain no gain