Iniciado por
Pablo
Buenas tardes señores, aquí os dejo mi bólido, todo un clásico de los 80, lo compró mi padre con uno de sus primeros sueldos.
Como podéis ver, es un modelo tope de gama, antinieblas, faro trasero, maletero amplio y reforzado, ideal para llevar un maletín, y dos marchas, primera, para subir cuestas, y segunda, para llano, aunque de vez en cuando se sale la cadena y hay que parar para volver a ponerla, como se hacía antaño, hasta para éso soy clásico, ya veis. No tiene el asiento calefactable como el de Carlos, pero por ahora tampoco llevo a zagalas con ella. Con el paso de los años, adquirió una preciosa pátina naranja óxido, que decidí quitar hasta donde pude por no ser mi estilo (al manillar aún le tengo que darle un buen repaso, los demás cromados se han salvado). Cuando la empecé a restaurar y utilizar, tenía ABS (abese frenaba, abese no), que acabé eliminando al cambiarle el cable de freno. A parte de éso, tiene algunas piezas modernas, como la tija y la potencia, que estaban cascadas, y los pedales, que tuve que cambiar porque los originales partieron, así como los pantalones y la camisa que llevaba aquel día (por suerte, salvé mis dientes). Aún no sé si invertir dinero en ella e ir restaurándola, o hacerme con alguna en perfecto estado más adelante.
Dejando a parte las coñas, es un maquinón y aunque tenga piezas cambiadas a la gente le encanta, me lo dicen muy a menudo (sobre todo las modernas culturetas y hipsters). Me encantan las bicicletas antiguas.
A parte, me muevo en el coche de mi madre, un Citröen C2 deportivo como éste:
Lo de deportivo es porque con mi 1.91 se convierte en biplaza, atrás no cabe nadie.
Un saludo.