Cita Iniciado por MATEMALE Ver mensaje
Sólo matizaba. En el tema del euskera, por ejemplo, hasta se ha tratado de forma diferente. No ha habido inmersión, sino posibilidad de elección entre los diferentes sistemas existentes. Y, a diferencia de lo que he visto en Catalunya, en Jesuitas a Unamuno se le estudia con devoción.

El Euskera era una lengua, como dices, muy variada según la comarca. Pero no eran sino dialectos de una misma lengua. Mi madre podrá tener problemas en entenderse con uno de Iparralde, pero, a la larga, se entienden. En el campo estaba bastante extendido. Mi familia es del Goierri y el castellano que hablaban era poco. Por ello, asumiendo el interés en mantener la lengua que en determinados ámbitos estaba viva (y porque es cultura, qué narices), tuvo que pergeñarse el batúa, que, cosa curiosa, habla mejor mi padre, no euskaldun, que mi madre, euskaldun.

A donde voy es que no creo que el desarrollo del batua y la protección del Euskera tengan un componente político tan relevante como el que tendemos a pensar. Nacen de una necesidad dentro de la voluntad de mantener una lengua. No pondría el acento en el hecho de que sea un idioma "de laboratorio".

Pero vamos... Que también el castellano (o español, como prefiramos) ha sufrido una normativización y una expansión a territorios de los que no es originario y no nos rasgamos las vestiduras por ello ni tachamos su existencia de "nacionalista".
Las lenguas aparecen, se consolidan, desaparecen, es lo natural aunque al poder no es ajeno a esos procesos. El castellano se expandió y consolidó a expensas de las otras lenguas españolas y americanas por ser la lengua del reino dominante y luego del Imperio. El francés y el italiano se impusieron en esos países. Así ha sido desde que el mundo es mundo. Pero una cosa es que una lengua se imponga por la necesidad, apoyada o impulsada desde el poder, de facilitar la comunicación dentro de un territorio unificado políticamente, y otra bastante diferente es que una lengua se intente imponer (allí donde es posible, Cataluña) o re-construir y promover (PV) por razones de construcción nacional, básicamente ideológicas aunque con el barniz de "conservación cultural", a expensas mismas del propósito esencial de las lenguas, que es comunicar y unir.

De acuerdo en que los detalles actuales de los respectivos procesos de construcción nacional en PV y Cataluña difieren, debido a sus diferencias socio-culturales y a la diferente habilidad de sus respectivas élites (nacionalistas, of course, el nacionalismo es una cosa de élites para manejar a sus masas)