Otra de mis mimadas.
Sheaffer Legacy de paladium.
no pain no gain
buff, preciosa, bonito ejemplar también... Marcas míticas ambas, clásicos a tener. Es un mundo apasionante, pero me pasa como a Mercurio. Casi no escribo y se me secan... Solo tengo encima de la mesa una Paker Vector azul. Por cierto, otro clásico en el nivel de entrada que creo que no se ha mencionado, junto a las Safari, Pilot Metropolitan...
... y todo lo dicho anteriormente, siempre salvo mejor opinión contraria.
Tambien las tengo aparcadas.
El móvil sustituyó las agendas y la necesidad de escribir informes o escritos el ordenador lo ha absorbido.
Poco espacio quedan para las plumas más allá de alguna firma ocasional y algo más.
Las mías duermen en una confortable caja.
Cuando estaba en primer y segundo año del colegio usábamos lápiz para poder corregir los errores. Sin embargo mi madre no me permitía usarlo y me hacía hacer las interminables tareas de caligrafía con plumín, mojando en el tintero. Con eso no me daba margen al error, y me desarrolló la concentración hasta límites increíbles, más el amor por la tinta y el trabajo bien hecho a la primera.
Hoy me dan un bolígrafo y he perdido la letra manuscrita y me sale naturalmente la script por lo poco que escribo. Casi no sé escribir en manuscrito de forma automática.
no pain no gain
Caray ajra, vaya historia, te hacía más joven ¿tú hiciste la EGB? Mi abuelo contaba una historia parecida. El primer día de colegio, les ataban un palo a la mano y los tenían toda la mañana con el palo atado para que cogiesen bien la postura correcta de escritura... pero mi abuelo nació en 1901. En su casa quedan todavía muchos útiles de escritura, entre ellos muchos plumines, tinteros, secadores.... solo los he conocido de eso, nunca los he llegado a usar.
Última edición por VerdeGabán; 13/07/2018 a las 22:34
... y todo lo dicho anteriormente, siempre salvo mejor opinión contraria.
Mi madre era una institutriz de las firmes y duras, me formó en un estricto sistema de valores basados en el esfuerzo, voluntad y tesón que poco tenía que ver con el entorno en el que estudiaba. Yo era obviamente el unico que presentaba sus trabajos con tinta en el colegio, e imagino que en el país...🤣🤣🤣. Y todo esa formación giraba en un sistema que sin tener nada que ver con las artes marciales, se basaba en un sistema similar de aprendizaje.
Y sin duda me otorgó una resilencia que hoy agradezco, así como también el amor al arte.
Tengo 53 años, y aunque soy abuelo por determinadas circunstancias, no nací en el 1900...🤣🤣🤣🤣
no pain no gain
Jaja, me lo imaginaba, tu madre no pasaba hoy ni un control pedagógico... Pero que se lo digan a ella.... O a la mía. Parecido a la tuya. Aunque no ejerció, la mía es maestra e hija de maestro de los de antes, así que no nos pasaba ni una, especialmente en el orden, limpieza, presentación....
... y todo lo dicho anteriormente, siempre salvo mejor opinión contraria.
En mi caso, debido a mi formación profesional como arquitecto en una época en que no existía el AutoCad, todo había que dibujarlo y rotularlo a mano por lo que los rapidógrafos eran el instrumento del momento, los cuales habían superado con creces la época de los delineantes de arquitectura y sus tiralíneas. Aún tengo guardada como un tesoro un estuche Staedtler completo, con todos los compases y tiralíneas, que compré antes de iniciar mi carrera, muy similar a la de la siguiente imagen:
La llegada de los rapidógrafos y díngrafos Rotring, Leroy, K&E, etc., cambiaron de forma importante el proceso, aunque todo seguía siendo a mano, por lo que desarrollé un tipo de caligrafía muy precisa y limpia, de la que me sentía orgulloso. Para el dibujo a mano alzada, las plumas eran ideales, de ahí que en su momento tuviera muchas con plumas blandas y duras, gruesas y delgadas... Imagino que hoy en día pocos conocieron esos instrumentos, que eran la base del dibujo en arquitectura, ingeniería, diseño gráfico y demás.
De todo esto, hoy no uso prácticamente nada: los móviles, tabletas y ordenadores lo cambiaron todo, que sin duda recuerdo con cierta nostalgia... Mi caligrafía se ha deteriorado muchísimo por falta de práctica puesto que hoy en día todo lo hago con un teclado.
Usé esos Rotring tiralineas también. Eran delicadillos y limpiarlos y cuidarlos (Casi adorarlos) era parte del proceso. Todo eso se terminó con el Autocad. La transición fue lenta, y el que sabía de ordenadores no sabía de diseño y a la inversa. La convergencia en profesionales capaces de gestionar ambas técnicas no era fácil de encontrar ni tampoco formarlos. En esas épocas mis batallas iban muy relacionadas con el diseño gráfico y era todo muy difícil. Cuando venía a mi despacho y alguno de los diseñadores me decía "se colgó" el corazón daba un vuelco y el cerebro hacia un vertiginoso cálculo de horas pérdidas y ajustes de plazos de entrega.
Se le exigían a los ordenadores procesos muy por encima de sus capacidades y a los que los manejaban también.
no pain no gain