Poco común, don Mercurio, a menos que se intente imitar las hablas americanas. Como don Ronin está un poco díscolo y bullebulle, le aconsejo que haga uso de su dignidad de capitán de esta nuestra nao y lo mande subir al... eso de la vela y se quede allí un ratito. La brisa marina asienta el seso que es una maravilla.