El catálogo de HBO cuenta con A scanner darkly. La vi en su momento, en el Festival de Sitges, y me gustó mucho. Idónea para estos días. Si no tienen nada que hacer, están familiarizados con Philip K. Dick o les atrae el cine de animación, échenle un vistazo.
Por una curiosa asociación de ideas, me he acordado de Wild Palms, un tebeo que se editó a destiempo y del que Oliver Stone produjo una serie que también se estrenó a destiempo. Si tienen la ocasión, disfrútenlos.
Tres para el fin de semana que están bastante bien.
The unforgivable (Imperdonable).
Me ha gustado la historia, aunque he leído que proviene de una serie televisiva. Narra la dificultad de adaptarse de nuevo a la sociedad cuando sales de la cárcel 20 años después de haber cometido un delito "de los gordos" y los problemas que llevaron a su protagonista a cometerlo. Buen final, entretenida, dura, y muy bien Sandra Bullock en un papel de los que parece que no le pegan.
Stillwater (Cuestión de sangre).
Matt Damon, muy bien, en un papel de típico currela estadounidense, simple pero honrado, con un pasado de padre que deja bastante que desear, se marcha a Marsella a visitar a su hija que está en la cárcel por un delito que no ha cometido. Interesante la confrontación de dos mentalidades tan distintas como la de un tío rudo de Oklahoma y los típicos estereotipos del personal francés. La historia está bien contada, abarca también el tema del problema de la inmigración musulmana en Francia y profundiza bastante bien en la sesera de los personajes. Camille Cottin y el resto de secundarios también muy bien. En contra, que el metraje se hace un poco largo.
Šarlatán (Charlatán).
La que más me ha gustado por ser un tema muy original y hasta actual, aparte de estar basado en hechos reales. Historia de un un curandero, Jan Mikolášek, que abarca desde su aprendizaje hasta su madurez en la Checoslovaquia de preguerra, durante la dominación nazi y la posterior comunista. Con una vida personal tortuosa, fue un tipo difícil e incluso egoísta, pero ayudó con su sapiencia a todos, sin distinción entre pobres y ricos, invasores o autóctonos. Lo suyo como herbolario era una verdadera vocación obsesiva. Blanco de todos por ser un personaje incómodo en algunos aspectos que no voy a desvelar, terminó siendo carne de juicio.
Me han gustado mucho los actores, la ambientación y la fotografía. Creo que es la primera película checa que veo. Si queréis ver algo diferente a lo de costumbre, a por ella.
"De gustibus et coloribus non est disputandum"
Gracias. Tomando
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Fechas atípicas así que no me espero al fin de semana para comentar las pelis que suelo ver durante la semana. Hoy a tocado la precuela de una serie de las de recordar.
The many saints of Newark (Santos criminales).
Empeñarse en hacer precuelas de una serie o película que obtuvo un éxito incontestable por su calidad en todos los aspectos no suele ser buena idea.
La película, y hasta la forma de contar la historia, funciona porque no podía ser de otra manera: buenos actores, un guión ambientado en una época convulsa e interesante de EE.UU., una banda sonora estupenda y algunos personajes que conocimos de adultos paseando su juventud como nexo de unión con la serie; pero si en vez de girar alrededor del personaje de Tony Soprano hubiera girado al de cualquier otro mafioso de ficción, hubiera valido igualmente. O sea, que es una película recomendable si nos la tomamos como algo independiente, otra más de famiglia, de italoamericanos y malas compañías, de estar rodeado de ellas e iniciarse en el mundo de la delincuencia. Si os sentáis a verla con nostalgia no vais a encontrar consuelo. Por desgracia, Gandolfini murió y con él toda posibilidad de seguir estirando del ovillo. Aunque, la verdad, ¿quién quería seguir haciéndolo?
"De gustibus et coloribus non est disputandum"
Hace un par de años (¡tres ya!), se estrenó Under the Silver Lake. La vi fascinado: todos los personajes son tan jóvenes, tan bellos... Salvando las distancias, me sentía como Philip Marlowe cuando contemplaba a sus vecinas en la versión de El sueño eterno que rodó Altman, como alguien que quiere sentirse propio pero se sabe ya ajeno a ese mundo. Pese a sus trampas, sus inconsistencias y sus excesos, vale la pena echarle un vistazo. Ojo con la canción de Jesus & The Brides of Dracula. Es muy pegadiza. Como la falsa nostalgia.