Soy de los que piensan que es mejor que no estén de moda, perderían su encanto. Yo los he llevado desde que era veinteañero, si bien es cierto que en los ochenta eran más vistos como algo que formaba parte de la modernez de la época que como algo anticuado.
El sombrero es bonito y, por el color, bastante combinable. Yo no lo cambiaría. Simplemente mírate al espejo y comprueba que te queda bien el tamaño y la forma, no a todos les quedan bien los diferentes modelos que hay. Yo con los Fedora y Panamá voy servido. Tengo algunos Pork-pie y Trilby y otros de ala más ancha pero creo que a mí cara y pelo le van mejor los anteriores, así que los uso poco. Si le pillas el punto es un complemento que se lleva muchas alabanzas. ¡Ánimo!