Iniciado por
Jopo de Pojo
Estimado Mercurio: por desgracia, no dispongo ahora de tiempo para extenderme en la respuesta, pero estoy de acuerdo con la RAE. No hay que confundir los préstamos con los barbarismos. Los primeros responden a necesidades expresivas reales y, mediante diversos procedimientos, como el calco, la traducción o la adaptación fonética, permiten acrecentar nuestro caudal léxico; los segundos, en cambio, ocasionan un desplazamiento de vocablos perfectamente válidos y útiles de los que ya disponíamos, los sustituyen y acaban por convertir nuestra conversación en un pidgin sin personalidad.
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A modo de curiosidad, ¿saben lo que es el pichinglis? El pidgin english que importaron los misioneros anglicanos británicos a los territorios de Guinea Ecuatorial. La jerga era tan pobre desde un punto de vista expresivo que los nativos fang, bubis y demás acabaron por rechazarla en favor del español, al que consideraban la lengua de las elites de la provincia. Algo parecido pasaba en Filipinas con el chabacano. (El fenómeno es mucho más complejo; disculpen que sea tan esquemático, pero --como les decía-- tengo prisa.)