Comencé a verla con interés y éste se mantuvo a lo largo de la primera mitad (aprox.). Un guión original y sugerente unido a una puesta en escena casi mágica. Al finalizar, sin embargo, me quedaba una sensación rara. Como si hubiera sido atraído con dulces y falsas promesas a lo que resultó ser un acto exhibicionista de onanismo... metacinematográfico.
Recomendada para refugiados de la realidad y suicidas sin vocación...