Ayer, de compras con mis niñas el el Lidl, metí en el carro un par de ejemplares de yogures Kalekói, originarios del lugar de nacimiento de Florentino Cacheda (percusor de la marca Florentino), que aunque éste no llegue a la altura patrimonial de D. Amancio, contribuye a que el prestigio de la moda gallega alcance el nivel de la de sus vacas.
Pues bien, buenísimo el yogur; muy cremoso y más sabroso, sobre todo el de turrón, con un bajo porcentaje en carbohidratos, teniendo en cuenta otros que van en la misma "línea".


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