Gacetillla

[Jopo de Pojo]

La piel que habitamos

Una exposición, varias ideas, algo de cine… y una poesía

❶ ¿Qué es lo que hace que las casas de hoy sean tan diferentes, tan atractivas?, se preguntaba Richard Hamilton en 1956. Aquella obra, un collage tan sugerente como inquietante, dio pie a una nueva corriente en el arte contemporáneo que indaga y explota ese modo tan peculiar con el que nos relacionamos con las imágenes en la sociedad de consumo. En 2014, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía organizó una ambiciosa retrospectiva de la que Vicente Todolí, uno de comisarios, nos da algunas claves.

❷ La década de 1950 fue, sin duda, el inicio de algo nuevo que no sabíamos a dónde nos llevaría. Aparecieron las primeras radios de bolsillo, el televisor irrumpía en los hogares, los automóviles eran cada vez más asequibles… La vida cotidiana comenzaba a cambiar y, con ella, esa segunda piel que es la vivienda. La máquina para habitar podía convertirse en una máquina para disfrutar. Luis Fernández Galiano, catedrático de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Madrid, nos explica algunas de aquellas transformaciones.

❸ Entre las ruinas del viejo mundo, ya devastado, comenzaba a alzarse otro. El hormigón, rápido, barato y masivo, creaba nuevos espacios. La mirada de Jacques Tati, a veces melancólica y siempre socarrona, ajustó cuentas con los excesos del movimiento moderno y de un racionalismo cada vez más irracional.

❹ Ciertamente, no era para tanto. Villa Arpel, la mansión de líneas casi calvinistas en la que transcurre buena parte de Mon Oncle, no estaba tan mal. Y la ruina, bien llevada, como nos muestra Ricardo Bofill, puede convertirse en un verdadero paraíso.

❺ Todo depende de cómo concibamos el espacio… y cómo lo utilicemos. La ciudad plantea retos que, no por desapercibidos, son menos importantes. ¿Qué es lo que hace que las ciudades de mañana puedan ser tan cómodas, tan agradables? Juli Capella, diseñador, arquitecto y siempre interesante, nos da algunas sorpresas.

❻ Sea como fuere, no podemos bajar la guardia. En 1975, ocho años después de que Tati rodase Playtime, James G. Ballard publicaba Rascacielos, una terrible novela que seguía la senda que había iniciado en Crash. Nuestro mundo presuntamente feliz es mucho más frágil de lo que pensamos. El éxito, el dinero, el estatus de poco valen cuando lo real se impone con toda su brutalidad.

❼ ¿Qué hacer en esos momentos? Mantener la calma y, pese a la animalidad reinante, conservar la mirada de Tati y tener presente que ―como nos recuerda Jesús Lizano, llorado amigo y maestro―, en el fondo, no somos más que mamíferos.