Supongo que la cuestión radica en a quién le otorgamos credibilidad y a quién no. Al polifacético Inda, que lo mismo está de tertuliano futbolero que de tertuliano político, no sé porqué, pero se la suelo otorgar. Y eso que hay algo de él que me raspa y hace que ni me guste ni me caiga bien.
Abrazos.
pd: ¡Y suerte para revalidar el título!